Resultado de búsqueda de "kisanitagantsi"

gimanatantagantsi vt. {yogimanatakeri} advertir en sueños, aparecer a alguien en sueños. Yogimanatakena notomi nonei ipokake. Mi hijo me apareció en sueños, y vi que vino (aquí). ◊ Tradicionalmente, ciertos tipos de sueños eran motivo de gran temor porque se pensaba que no había ni remedio ni escape de las malas consecuencias, algunas de ellas fatales. Pinkisaniterora tsagarontsi, inti gimanatakempi maranke iragakempira. (Se decía que) cuando sueñas con un anzuelo es que una serpiente está advirtiéndote que te va a morder. Pinkisaniterora kitsagarintsi, inti gimanatakempi matsontsori iratankakempira irogakempira. (Se decía que) cuando sueñas con una cushma es que un jaguar está advirtiéndote que te va a morder chancándote la cabeza y te va a devorar. Irogimanatempira kamatsirini, gara samani pitimi. (Se decía que) cuando el espíritu de un muerto te aparece en sueños, ya no vivirás mucho tiempo más. V. kisanitagantsi.

ikisanitake V. kisanitagantsi.

ikisanitakeri V. kisanitagantsi.

maranke m. serpiente, culebra, víbora. ◊ Tradicionalmente cuando una persona era mordida por una serpiente venenosa, además de uno preocuparse por salvarle la vida, el propósito principal del tratamiento que se le daba era evitar que la serpiente volviera a morderle de nuevo, o que uno o más de sus familiares fueran mordidos también. Por eso ni se mencionaba la palabra maranke para evitar que oyera y viniera (véase shívitsa). ¶ En algunos casos, se hacía un tambito para la víctima y la persona que la iba a cuidar. La duración de su aislamiento dependía de la gravedad de su condición, así que podría ser solamente unos cuatro o cinco días para los casos de menos gravedad, y hasta dos meses en casos graves. Si era posible, la persona que la cuidaba también debía de haber sido mordida por una serpiente venenosa. Nadie más debía de acercarse a la víctima para hablarle, ni aun para mirarla, para evitar que le pasara la misma desgracia. Durante toda la primera noche especialmente, mientras se la cuidaba, se golpeaban unos fierros como, por ejemplo, un machete contra otro, para hacer bulla y así espantar a la serpiente y hacerla regresar. Se pensaba que ella había tomado la forma humana de un hombre que venía buscando a la víctima que, según él, había tomado la forma de tapir. El supuesto cazador percibiría los golpes de los fierros como si fueran truenos y así regresaría de miedo diciendo que tal vez no era un verdadero tapir, y que por eso estaba tronando fuerte. ¶ Mientras la víctima permanecía bajo el cuidado de otra persona, su dieta estaba estrictamente controlada con el propósito de evitar que la carne de la parte afectada por la mordedura comenzara a ponerse gangrenosa y a descomponerse. Si el paciente no estaba muy grave, el segundo día se le sancochaba yuca hasta que todavía estaba medio dura. Se decía que hasta que estuviera fuera de peligro no tenía que comer yuca suave, ni tampoco cualquier clase de carne, sino que solamente se le daba un poco de chonta amarga como la de la palmera cashapona. Todo lo que comía tenía que acompañarlo con una buena cantidad de ají. Se le prohibía tomar cualquier bebida menos agua con cenizas. ¶ Después de pasar varios días sin tener complicaciones, la víctima podía comenzar a comer carne de sajino o huangana, carachamas chicas shikentyari, peces que tenían dientes, como el sábalo y el peje perro, y cualquier otro pez con dientes; se pensaba que se le podían servir como defensa. También se le daba camarones pensando que como ellos son muy adiestrados en correr y no se dejan coger fácilmente, cuando la serpiente intentara morder otra vez a su víctima, ésta podría esquivarlo o correr; no le mordería fácilmente. Se le daba carne de sajino o huangana pensando que como estos animales tienen dientes y comen a las serpientes, la víctima que comía su carne también podría comer al espíritu de la serpiente que le había mordido, y así el espíritu moriría. ¶ Cuando la víctima se sanaba y ya comía normalmente, se la llevaba a un río o quebrada, junto con ajíes que habían sido recogidos para picarla con ellos. La persona indicada para esta ceremonia tenía que ser alguien que alguna vez hubiera sido mordida por una serpiente; si no había nadie, le tocaba a la persona que había cuidado a la víctima, que mayormente era una persona mayor. Esta persona agarraba una astilla de palmera sagitakii, metía la punta en un ají y lo lanzaba hacia la boca de la víctima (yovuokashitakeri ivaganteku) varias veces; después le daba a la víctima un ají, con el palito, que recibía abriendo la boca y mordiéndolo. Esto se hacía en la orilla de la quebrada y después de recibir el ají, la víctima se zambullía en el agua, y salía al otro lado de la quebrada donde escupía el ají al aire; tenía que venir otra vez a recibir otro ají hasta repetir el proceso cinco veces. Algunos afirman que en vez de lanzar los ajíes uno por uno, se los ensartaban todos a la vez en la astilla. Cuando todos ya estaban ensartados, la persona encargada se colocaba a espaldas de la víctima y empezaba a darle los ajíes extendiéndole la sarta; la víctima no tenía que recibirlo de inmediato sino solamente abrir la boca procurando no coger el ají con ella. Después de hacer así por un buen rato, cogía la sarta de ajíes masticándolos todos a la vez. Cuando terminaba de tragarlos, se iba a sumergir al agua y salía al otro lado del río o de la quebrada. ¶ Terminado todo esto, la víctima regresaba a la casa y los demás amigos y parientes que no le habían hablado durante el tiempo de su aislamiento, ya podían acercarse a él y rodearle el cuello con los brazos (ikatsanotairi) diciéndole: ”Gara pikatsanotana, narompari itsonkaavagetakena”. ”No me vas a morder, ya me ha mordido varias veces (lit. no me vas a rodear el cuello, ya me terminó varias veces)”..• La forma -nkeni aparece como parte de los nombres de muchas serpientes y orugas dañinas (p.ej. kimaronkeni guacamayo machaco; shintorinkeni esp. de oruga con pelitos que pican fuerte cuando se los toca). V. shívitsa, kisanitagantsi, kotsiatagantsi, gimanatantagantsi, pegompitagantsi.

kisanitagantsi 1vt. {ikisanitakeri} soñar con algo o alguien. Onigankigitetanake itinaanaka osuraritsite ikanti: “Nokisaninatakero shiriti nonei nochokoitakaro”. Impo ikontevetanaka intsintemera, timashitake sotsimoroku kasonkaatini inoshikavakeri. (Cuentan que) durante la noche su marido se levantó y dijo: “He soñado con una red y vi que estaba poniéndola en mi cabeza”. Luego salió afuera para orinar y un demonio kasonkaatini estaba esperándole en la puerta y lo agarró. 2vi. {ikisanitake} soñar. Nokisanitake inkaara nonei yamakena notomi tsoravaki. Ariorokari iokaatempara notomi. Yo soñé endenantes y vi que mi hijo me trajo un caracol tsoravaki. Tal vez mi hijo vaya a ahogarse. ◊ Tradicionalmente era costumbre usar kisanitagantsi con -vage cont. para referirse a un sueño que, según se pensaba, iba a provocar la muerte por medio de una desgracia como, p.ej., una enfermedad, un accidente, la mordedura de una serpiente, el ataque de un jaguar. Además se decía que soñar con un anzuelo, una escopeta u otra arma de fuego indicaba que uno iba a ser mordido por una serpiente; soñar con una calabaza pamoko, un batán pasanta, una piedra tonompurontsi o una cushma indicaba que uno iba a ser asaltado por un jaguar; soñar con una persona que había muerto podría dar como resultado su propia muerte y, por eso, esto asustaba mucho. ¶ También se decía que si todas las noches alguien que recién había muerto hacía a alguien soñar con él (irogisaniantetanakerira kamatsirini), era señal de que pronto esa persona iba a morir también. Soñar con una trampa shimperentsi y ver que se había entrado a ella por un tiempo se interpretaba como una advertencia que dentro de pocos días esa persona iba a enfermarse y morir. Soñar con una persona que había muerto hace años y darse cuenta de que uno no solamente había estado hablando con esa persona, sino que también había aceptado su invitación a comer o a tomar algo, se pensaba que de seguro uno iba a morir porque ya había comido la comida del muerto.. Ankisanintetanakerira kamatsirini, asaataempa chonchoitepini ovashi gara akisanitairi. Cuando soñamos con un muerto todas las noches, nos debemos bañar con agua caliente que contenga hojas del bejuco chonchoitépini y por consiguiente ya no soñaremos con él. V. gimanatagantsi, maranke, kisanirintsi.

kisanirintsi inan.pos. {igisanire} sueño (una fantasía durante el sueño). ◊ Tradicionalmente, era costumbre dar mucha importancia a los sueños y sus interpretaciones que casi siempre tenían que ver con alguna desgracia inminente; p.ej. si se soñaba con calabaza se pensaba que era seguro que iba a encontrarse con un jaguar y si se soñaba con una persona que se había ahogado iba a ahogarse también. V. kisanitagantsi.